Resarciendo a la batería

En mi última entrega sobre el IREX arremetía contra la batería. Si bien la autonomía sigue siendo mediocre, es cierto que el tiempo de carga ha mejorado ostensiblemente en las últimas recargas que le he hecho. Anoche lo apagué y el icono de la batería estaba vacío. Como preveía, al conectarlo hoy a eso del mediodía no se ha encendido. Lo he puesto y ha alcanzado el 100% en algo menos de 12 horas y a pesar de que durante un rato a mitad de la carga lo he encendido para terminarme el libro que dejé anoche casi listo. Vengo comprobando esto desde hace un tiempo aunque no lo he colgado antes en el blog por pereza y obligaciones pendientes. También está el hecho de que tengo por hacer un post sobre la caída de la compañía que lo fabricaba: IRex ha desaparecido y renacido como IRX. De ahí la pereza, para hacer el post correspondiente me pareció oportuno investigar un poco antes, pero francamente no tengo tiempo ahora.

En definitiva, que lo de la batería no es tan grave. Espero que sea cosa de que las primeras cargas son más trabajosas. La otra opción que queda sería ¿que las primeras veces no colocase correctamente los cables o conexiones? Hay que enchufar el adaptador internacional a la pared, a este el adaptador de usb que nos sirven, a este el cable y a este el dispositivo, cuatro conexiones que constituyen un tinglado cuando menos delicado, por no decir inestable. O ya he aprendido a hacerlo correctamente o es lo que digo arriba.

Cuanto más leo en el, más me acostumbro y habituo. Indistintamente paso las páginas con el estilete o con el botón, según me pilla la postura. Es ideal para leer sagas. Acabas un volumen y ahí tienes el siguiente esperando sin tener ni que soltar lo que tienes entre manos, jejeje. Estoy encantando con el cacharro ¿se me nota?