
Cuando salí de ver Millenium, aparte de una buena impresión y ganas de seguir la saga (no, no he leido el libro), me llevé una reflexión íntima sobre hacer lo que a uno se le da bien. A la hacker fisgar a su modo antisocial y al periodista fisgar a su manera arrogante. Ambos han encontrado la manera de canalizar esa fea costumbre que tienen y se les da bien. Parece gustarles incluso, ya que dedican su vida con ahínco a ello. O tal vez sea precisamente porque es lo que les gusta que lo hacen bien. Parece que han encontrado su foco. Los envidié y admiré.
Ese concepto me llevó a esforzarme más con el doctorado, me parece recordar. Creo. Claro, que mi abulia me hizo olvidar todo eso en unos días y toda esa inspiración motivadora se perdió.
Hoy he visto la segunda entrega y, aparte de una ligera decepción por no encontrarla al nivel de la primera (¿tal vez fuese solo la novedad?), me ha evocado aquella reflexión y me pregunto si es momento para retomarla en medio del aplastante agobio que tengo ahora con estudiar...
Ya se sabe, segundas partes...
Suena "at last" by Norah Jones mientras escribo esto, no es Etta, pero también lo hace bien esta chiquita.
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