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sábado, 23 de julio de 2011

La tercera pata de la deuda odiosa que zancadillea a España

Existe un concepto muy simpático que es el de deuda odiosa.

Es el calificativo que se aplica a una deuda que han contraído los gobernantes de un país en nombre de ese país sin que esa deuda haya beneficiado al país. Se inventó por un ruso zarista y la aplicaron por primera vez los americanos cuando robaron Cuba para desentenderse de las deudas de la colonia con la metrópoli.

En el enlace a la wikipedia nos encontramos que tiene dos patas:
Que la deuda sea contraída contra los intereses de la población de un país.
Que la deuda se haya contraído en esos términos con el completo conocimiento del acreedor.

A priori podríamos pensar que es un buen recurso que ahora podríamos usar contra Wall Street, pagarles con su propia moneda un siglo después.

Sin embargo en mi opinión hay una carencia en la definición de arriba que es, o bien hipócrita o bien ingenua: la tercera pata de la deuda odiosa en términos reales. Esta no es otra que la necesidad de disponer de un poder local que de autonomía. O bien la potencia militar suficiente en el lugar que declara la deuda odiosa (caso de EEUU con la deuda filipina hacia España en 1898 o en 2003 cuando robaron Irak, y adicionalmente en el Club de París se hizo una quita del 80% de la deuda iraquí a cambio de eliminar el concepto en sí del teatro de las relaciones internacionales). O bien la capacidad para que se pase por alto por salir más caro el collar que el perro (caso de Islandia más reciente que es un moco allí perdido en mitad de la nada oceánica). Sin embargo los segundos aún no han salido del atolladero y todavía no pueden cantar victoria.

Sin embargo hay otra excepción, Ecuador. Pero Ecuador tiene el control de un grifo de petróleo que también es poder. No han conseguido una declaración internacional de deuda odiosa pero con una maniobra en los mercados (declaración de ilegitimidad por una comisión gubernamental, depreciación de esta en los mercados y posterior recompra en secreto por el estado). Sin embargo, también estamos hablando de un país muy pequeño en el que el collar valía más que el perro, por lo que no se le ha metido mano, por ahora. Ecuador es productora de petróleo y tiene algo con lo que negociar en el futuro. Sin embargo Ecuador no tiene empresas nacionales con proyección transnacional como España que ejercen presión sobre el gobierno de turno. En definitiva, España no es Ecuador. Estamos en peor situación para poder rechazar la deuda.

Por eso no podemos recurrir a la carta de la deuda odiosa, porque no tenemos suficientes balas ni bombas y si las tuviésemos sería a costa de tener aun mayor deuda que nos dejaría aún más expuestos. Triste círculo vicioso, pero cierto.

En definitiva la "deuda odiosa" es el recurso que solo los poderosos pueden utilizar.

Este post ha surgido tras ver el vídeo "Deudocracia" que me ha servido para ordenar algunas ideas y aprender algunas cosas y que repasaré en el siguiente post para no disgregar mucho este.

Cada vez tengo más claro que el dinero es una forma refinada y pervertida de violencia social. El dinero es deuda y la deuda es una forma de coacción.

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