Esto no es un blog, es un bloc. De notas, para más seña. Aquí apunto lo que se me pasa por la cabeza, lo que se me cruza por la vida o simplemente lo que se me antoja. Buscarle cualquier otra significación es perder el tiempo. Bienvenidos a ello y no se corten en comentar.

martes, 14 de septiembre de 2010

Confusión sobre el ateísmo.

Leyendo aquí y acá por interné encuentro cierta confusión sobre el ateísmo. Pero ¿qué es ser ateo?:

ateo, a.

(Del lat. athĕus, y este del gr. ἄθεος).

1. adj. Que niega la existencia de Dios. Apl. a pers., u. t. c. s.


Aunque en griego solo quiere decir "sin dios".

Algunos -religiosos en su mayoría- afirman, desde una estrechez de miras que hacen evidente con sus declaraciones, que los ateos también creen en algo: creen en que no hay un dios, en el mismo sentido que ellos sostienen sus creencias. Esto, además de no corresponderse a la verdad, utiliza una argumentación falaz simplona.

No es cierto porque la ausencia de creencia en algo sea la creencia en su inexistencia. Esa propuesta es ilógica pero no por ello se deja de usar por los ilógicos -paradójicamente esto sí es lógico.

creer

(Del lat. credĕre).

1. tr. Tener por cierto algo que el entendimiento no alcanza o que no está comprobado o demostrado.


No es necesario creer en algo para afirmarlo, señores meapilas resentidos. Podemos razonar sobre una idea. Es una maravillosa capacidad humana. Incluso que esta idea nos convenza por ser lógica y ello sin necesidad de que esta tenga que convertirse en fe -ciega- como la de los creyentes.

Otros -agnósticos en su mayoría- afirman que la postura atea es incorrecta porque no podemos tener la certidumbre de que exista o no exista una deidad. Digo que viene de los agnósticos en su mayoría porque algunos creyentes también la usan -de formación jesuítica me los he encontrado. Además, normalmente suelen ser agnósticos tratando de darle la vuelta a la tortilla de una acusación que los ateos solemos arrojarles: el agnosticismo es una muestra de deshonestidad intelectual y/o cobardía. Sí, resulta grosero, pero es que no hay otra forma breve de decirlo. Los agnósticos saltan agraviados y esgrimen eso de que no podemos tener la certidumbre ni de lo uno ni de lo otro desde un punto de vista científicamente escéptico. Esta postura, además de reflejar la actitud comodona de los agnósticos, es inconsistente por sí misma. Porque en ciencia aceptamos constantemente un cierto margen de incertidumbre, con la posibilidad de volver a ello cuando dispongamos de evidencia posterior en otro sentido. Constantemente nos tenemos que conformar con evidencias que cumplen cierto grado de significación estadística que por definición nunca será absoluta. Somos así de tolerantes. Además nos conformamos con un grado de evidencia "suficientemente" demostrada. Siempre dejando abierta la posibilidad de reconsiderar la situación ante nuevas aportaciones y evolucionar en nuestras ideas y teorías científicas. Pero por lo visto eso no se puede hacer al hablar de los dioses. La negación de que exista dios alguno, según los antiateístas, debe conllevar una adhesión inmarcesible y fanática a esa idea y a los argumentos que han llevado a esa negación. Lo cual, es simplemente una tontería.

Por otra parte, contamos con sobradas evidencias de que las religiones son un fraude -véase el ateísmo positivo. Carecemos de evidencia alguna que demuestre lo contrario, es decir, no hay ninguna prueba que demuestre la existencia de dios alguno. Es más, son los propios creyentes los que desacreditan a las otras confesiones.
Si todos estos datos en contra de su existencia y ninguno a favor se aplicasen a cualquier otra cuestión o tema, habría consenso inmediato e irrufutable ante la aplastante evidencia. Pero la divinidad tiene esa extraña capacidad escurridiza de persistir, gracias a la estupidez humana que tiende a aferrarse a lo imposible antes que ceder su terreno. ¿Simple ego? ¿Miedo a la incertidumbre y la nada? Posiblemente sea una mezcla de todo ello.

Entonces ¿porqué dudar? ¿o porqué comulgar con ruedas de molino? ¿porqué aceptar lo inconsistente, o lo absurdo y las mentiras?

Pues visto lo visto, no hay porqué seguir dando crédito a los delirios y fantasías heredadas, por mero apego emocional a las tradiciones socioculturales y étnicofamiliares. Ni a las paparruchas de los charlatanes que hay detrás para aprovecharse de todo ello. Simplemente seamos serios y seamos suficientemente críticos. Si aplicamos el sentido común, las religiones desaparecen del escenario de nuestras vidas. Si no, persistirá la esclavitud de la razón por la sinrazón.

Si volvemos a la definición o a la etimología de la palabra, ser ateo no conlleva ni una fe ciega en creencia alguna -ni siquiera una creencia en la negación- ni una adhesión inamovible a una postura de negación. Solo consiste en cuestionar algo que es inconsistente y aportar evidencias en contra. Atribuirle los defectos propios de los demás -los religiosos que no ven más allá de creer y los agnósticos que en el fondo son solo mentes temerosas del hipotético riesgo de haber apostado a caballo perdedor- es lo que hace que haya tanta confusión vertida sobre el ateísmo.

Ser ateo no exige creer en nada. Tampoco conlleva una cerrazón de mente ni una adhesión blindada a la negación en sí. Ser ateo es simplemente reconocer las evidencias: NO EXISTE DIOS ALGUNO, como no existe el unicornio invisible rosa ni la tetera de Russell.


Ser ateo, en la mayoría de los casos, es solo estar un paso por delante de las religiones, ya que en el fondo, todas ellas niegan al resto de dioses salvo al propio. Es cuestión de dar un solo pasito más, señores.

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