
Por curiosidad contagiada, leo sobre los mensajes subliminales en wikipedia y siguiendo sus enlaces a un par de artículos opino que:
- Las noticias paracientíficas corren como la pólvora cuando tienen como blanco ciertas materias sensacionalistas, independientemente de su veracidad. La veracidad de las conclusiones del experimento de Vicary tuvieron un impacto desmesurado en relación a su seriedad ya que no se ha podido reproducir y había errores importantes de metodología. A pesar de ello se le sigue citando por los medios paracientíficos como explicación fehaciente a un fenómeno brumoso y poco claro. Convierten así por artificio unas hipótesis poco claras en hechos contundentes sin serlo.
- Los últimos estudios que parecen tener algo más de rigor metodológico han concluido que el efecto del mensaje subliminal solo se produce si existe en el individuo una predisposición. En el caso del estudio concreto, solo si el individuo tiene sed elegirá la marca sugerida subliminalmente. Si no hay sed le es indiferente. La percepción subliminal solo tiene lugar cuando hay un contenido que resulte relevante para objetivos propios, en este caso la sed en ese momento concreto.
- Esto ya lo apuntaba Freud en cuanto al deseo y los procesos inconscientes.
- Podemos inferir que nuestra susceptibilidad a estas improntas es por tanto modificable si logramos tener nuestras necesidades psicológicas cubiertas. Si bien el caso de saciar nuestra sed no es algo muy relevante (hoy en día), hay "pulsiones" que sí serían más serias. Habría que saber si se pueden realmente extrapolar los resultados de las necesidades fisiológicas básicas a otros órdenes psicológicos más complejos, claro está. En tal caso intuyo que se podría evitar la maleabilidad a estos estímulos simplemente con una personalidad desarrollada y madura, como se podría inducir de la vida cotidiana donde los individuos con personalidad propia son menos influenciables. Otra psico-perogrullada típica, jeje. La mejor defensa a este tipo de manipulación sería tener criterio propio. Así, todo adulto debe considerarse responsable de la contaminación subliminal que pueda recibir.
- Dadas unas condiciones del individuo, este es susceptible a la estimulación subliminal. Un ejemplo dado en el artículo sucede con los niños, que parecen más expuestos a la manipulación de los anuncios televisivos. Esto me recuerda poderosamente a los estudios sobre gansos jóvenes de Konrad Lorentz y como en sus primeros días recibían la impronta del individuo al que deben seguir, pudiendo tomar por "mamá" al primer ser que se les cruce. Parece que nuestros críos son como polluelos y que solo en este caso sería necesaria una especial protección.
No puedo dejar el artículo sin darle un giro final que nos separe de la dirección de los enlaces anteriores que enfocan los mensajes subliminales en un sentido exclusivamente negativo, la manipulación en la publicidad comercial y la propaganda política. Me refiero a que también existe un uso artístico de los mecanismos subliminales y que para mí están estupendamente representados en una de mis peliculas preferidas, "El Club de la Lucha". Los mensajes subliminales pueden servir para la subversión desde el arte, para abrirnos la perspectiva y aportar alternativas. Otras veces simplemente son un recurso para el simpático gamberrismo visual, como es el caso de esa cinta repleta de guiños.
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