El miedo como instrumento de poder.

El miedo como instrumento de poder ha evolucionado. Ya no se ejerce de forma burda y directa como antaño. Ahora se aplica de forma retorcida y truculenta. Es un miedo transferido, vehiculizado por otras vías.

El terrorismo fue un "miedo estrella" durante mucho tiempo pero ahora ya no preocupa a los españoles. Las subidas del Euribor lo suplantaron en el topten de los métodos para asustar al personal. Durante algún tiempo algunos decían que el asustaviejas preferido fue el cambio climático (aunque en ese no entro, realmente no conozco el tema). Pero cada cierto tiempo tienen que cambiarlo ¿Ahora es la crisis? Quien sabe. No importa, después sacarán otra cosa.

A nivel mundial el método preferido de apazguatamiento ha sido mucho más tiempo la lucha contra el terror, aunque todavía no está claro de donde nace realmente ese terror. Ahora parece que ya no importa. Tenemos otras cosas con las que asustarnos.

Ese meter miedo a la gente es un mecanismo elemental y se basa en que el ser humano, en el fondo, está equipado para tener miedo. Si no lo tiene, se lo inventa. Si se le da prefabricado y orientado a servir los intereses de turno, pues mejor que mejor.

El viejo pan y circo de siempre, solo que a veces no nos damos cuenta de que el circo tiene a su vez dos vertientes: la diversión y el miedo. Dos caras de una misma moneda.

Aquí va mi iniciativa que es mucho más estética y además nos devolvería un poco a nuestras raíces. Siempre he sido partidario de la opción del furgón cargado de leones porque es más limpio y barato. No se sabe donde será, pero un día el furgón anónimo se planta en una localidad al azar, abre sus puertas y salen los leones, devoran a un par de ciudadanos y luego se les devuelve al furgón que reaparecerá no se sabe cuando y no se sabe donde. Al menos así no estariamos constantemente amenazados, solo cuando viesemos un furgón misterioso. El resto del tiempo nuestros temores nos dejarían en paz. Que ya está bien.