Lo que nunca pregunté a mi médico (III)

En el capítulo 12 se adentran en la adicción al chocolate y en como esta se fundamenta tanto en las sustancias que este contiene, a saber, teobromina, cafeína y sobre todo la feniletilamina (estimulante emparentado a las anfetaminas) como en una cuestión de su elevada palatalidad.

Después aprovecha para hacer un repaso histórico a su introducción en occidente. Desde el cultivo maya hace más de 2.000 años y su uso como moneda, luego los aztecas y como fue traído por el monje cisterciense fray Aguilar, que envió la receta y el cacao al abad del monasterio aragonés de Piedra. Una vez aquí empezó a prepararse a la española, es decir, con azúcar y sazonado con una pizca de vainilla y canela. O de como su éxito vino de que la iglesia no lo considerase un atentado contra el ayuno cuaresmal.

Sin embargo en el capítulo 13 se exponen los "peligros" del manjar, aunque también se menciona un estudio del Dr. Carl Keen sobre los polifenoles del cacao como, nuevamente, agentes beneficiosos sobre los vasos sanguíneos por sus propiedades antioxidantes.