
Cuando regresaba del trabajo venía pensando que esta mañana he sido un poquito Sr. Lobo (guardando las distancias) porque he tenido que solventar un marrón a cuatro bandas que nos pillaba en medio y en el que 3 de las partes han cometido grandes cagadas en un sentido u otro. Al final el asunto se va a solucionar y solo me ha costado un adormecimiento de oreja de tanto que he pasado pegado al teléfono. El personaje de Harvey Keitel en Pulp Fiction siempre me produjo cierta sonrisa complice, hoy más que nunca.
Para colmo de bienes he solucionado también por teléfono un par de asuntillos personales que me traían de cabeza. Como decía Hannibal Smith:
I love it when a plan comes together!
Ahora comprendo al mercenario canoso del puro: la sensación de lograr intermediar satisfactoriamente es estupenda y te llena de energías ¿será adictivo?
En una sincronía absurda y curiosa un amigo me ha remitido justo hoy este precioso vídeo sobre un auténtico Sr. Lobo castizo, aunque en un sentido completamente distinto. Casualidades de la vida:
http://www.elmundo.es/especiales/2010/04/cultura/entre_lobos/videos.html
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