Lo que nunca pregunté a mi médico (IV)

Hablando en el capítulo 38 del alcohol como la droga que es nos cuentan curiosidades sobre los orígenes registrados de su consumo. El relieve de la cueva de Laussel (Francia) de hace 30.000 años que muestra la "Venus del cuerno", algo así como un anuncio de cerveza de cuerno de bisonte de la época (la modelo parece seguir los estándares de voluptuosidad de la época).

De como aparece los fermentados, como no, en el libro que recoje todos los vicios y corrupciones de la Antigüedad, la biblia (Génesis IX, 18 ss y XIX, 30 ss). O de como el nombre proviene del árabe al-kohl, pues fueron los alquimistas árabes los que idearon el proceso de destilación allá en el s. VII (curiosa paradoja que luego no puedan consumirlos sus descendientes). Aquí una breve historia.
Después el capítulo se encarga de mostrar al público los riesgos del consumo irresponsable de esta droga.

También se habla de las virtudes del vino en el capítulo 44 (no todo es reprender) siempre con moderación:
- El alcohol rebaja el fibrinógeno y reduce la agregación plaquetaria, por lo que beneficia al sistema circulatorio.
- Los taninos del vino tienen afinidad por las proteínas plasmáticas, haciendo a los hematíes más resistentes a la hemólisis (también son astringentes y pueden actuar como vermicidas, añado).
- Los fenoles del vino pueden captar radicales libres y por su acción antioxidante se fijan mejor las vitaminas C y E. En concreto el resveratrol proviene de la piel de la uva y ayuda contra el cáncer de piel y mama.

Todo ello aderezado con múltiples y variadas citas provinateras de todos los tiempos.