
Hace algún tiempo leía con regocijo sobre las teorías delirantes y divertidas de Terence MacKenna sobre plantas que controlan a los animales. Esa es otra "influencia" que podríamos añadir a la postre a Avatar, por cierto.
Hoy no puedo más que asombrarme al ver que algunas investigaciones recientes (Nigel Raine, Royal Holloway University of London) le dan la razón. Resulta que las acacias no solo tienen una relación simbiótica con las hormigas. Sabíamos que las acacias sobornan a los pequeños insectos con alimento y cobijo a cambio de la protección contra otros insectos e inclusos algunos hervíboros. Hoy descubro con sorpresa que que además las controlan mediante una sutil guerra química alternante, mimetizando las feromonas de las simples hormiguitas para indicarles cambios en su comportamiento.
La naturaleza nunca dejará de sorprendernos.
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