Perla gallega

Hay que ser degenerado para quitarle importancia a los abusos a menores con tal de proteger a la institución a la que uno está afiliado, como ha hecho el obispo de Lugo, el sobrinísimo Alfonso Carrasco Rouco con su opinión: "la naturaleza es débil, frágil y tiende al pecado". Menudo cerdo.

Tirar balones fuera con lo de "Es más difícil para cualquiera conservar con claridad los principios de la moral cristiana cuando ya está tan puesta en cuestión por todas partes" o tratar de minimizar amparándose en los números "es muy difícil pensar que, entre cientos y miles de personas, nunca pase esto" es simplemente patético.

Para colmo antepone al drama de las víctimas su pena por que el asunto desluzca la imagen de su "agrupación". Denigrante.

Simplemente con estar calladitos la cuestión pasaría inadvertida con el tiempo, pero se empeñan en volver una y otra vez al tema para demostrar la asquerosa opinión generalizada entre la jerarquía eclesiástica.