Como no teníamos bastante, ahora índigos.

Como no hay bastante con los "emos" ahora resulta que también hay "índigos". Gracias a un blog bastante currado he descubierto que las generaciones de soplagaitas se expanden a ritmo exponencial, ahora incluso de forma retrógrada hacia los padres.

Resulta que los índigos son una suerte de niños superespeciales, supersensibles y supermaravillosos. Ah, y además salvarán al mundo en una redención místico-energética-newagera.

Supongo que algunos ingredientes son consecuencia inevitable de la "sociedad de la información" (de la "desinformación" más bien). Puede que los demás ingredientes de la receta la aporte el sentimiento "L'Oreal, porque yo lo valgo". Todos príncipes y principesas... ¿no?

¿Es inherente al ser humano sentirse "especialito"? Visto esto parece que en una gran porporción sí y que por mucho que la razón pura y dura avance, siempre surgirán jesucristillos, reencarnaciones búdicas o chamánicas, niños cruce mitad extraterrestre mitad humano y todo tipo de otros iluminados que salgan por peteneras. Pobres inocentes en el fondo. Ultimamente (segunda mitad del siglo XX) a estas criaturas se las educaba, a lo sumo se les daba tratamiento. Y punto. ¿Porqué ahora no?

Pues porque falta hablar de los cocineros de la receta: una nutrida horda de timadores dispuestos a explotar el tema, junto con la habitual legión de ignorantes ávidos de un reconocimiento pseudocultural-pseudocientífico que no son capaces de lidiar con las dificultades de la verdadera ciencia y se refugian en estas charadas. ¿Para que estudiar ciencia dura si puedo inventarme cualquier sencilla patraña pseudocientífica para ingenuos? ¡Si la mayoría de la gente no se va a dar ni cuenta!

Puede que la propia ciencia en general, medicina y psicología en particular tengan su propia parte de responsabilidad: no saber adecuarse a los tiempos no dando respuestas a la nueva sociedad que se nos viene encima, no preocuparse de informar a la población, haber perdido su rol de respetable autoridad, etc... Pero tampoco se puede estar en todo.

Triste futuro nos espera cuando las modas emo cunden entre los jóvenes y sus padres creen que nacen índigos...